
09 Ene Soportes y refuerzos
En la autoestima de las personas existen soportes que ayudan a mantenernos estables. Estos soportes son hábitos y costumbres positivas con los que mantenemos la salud física y mental.
Los soportes básicos más habituales son:
Cuidar la alimentación: mantener una dieta sana y equilibrada, comer regularmente y al menos dos veces al día.
Hacer algún ejercicio físico: caminar, correr, montar en bicicleta, nadar…
Trabajar y tener horarios predecibles: aunque sea por turnos. Tener una actividad con sentido. Sentirse integrado y pagado por el trabajo realizado.
Mantener calidad de sueño y dormir un mínimo de 7 horas, despertar con la sensación de haber descansado.
Vivir en un entorno ordenado y limpio: mantener la higiene personal. Cuidar, limpiar y ordenar el espacio habitado. No acumular trastos.
Interacción social. Hablar e interactuar con otras personas. Compartir intereses sociales. Participar en proyectos comunes.
Mantener el contacto con la realidad y un pensamiento constructivo. Valorar la propia conducta y la conducta de los demás con objetividad. Tener un diálogo interno positivo.
Salud física y emocional: tener la capacidad y energía para realizar actividades cotidianas. No sufrir dolores invalidantes. Contar con recursos adaptativos psicológicos para enfrentarse al estrés, la incertidumbre y las amenazas del entorno. Tener la capacidad para disfrutar y aprender con las experiencias vividas.
Son lo mínimo para tener salud física y emocional. Cuando alguno de ellos o varios, empiezan a caer tendrían que encenderse las alarmas. Por ejemplo en la depresión es habitual que la persona, además de no tener ilusión ni ganas de vivir, evite la actividad física básica y prefieren no salir de la cama, incluso no cuidar la higiene personal, evitan los contactos interpersonales, duermen mucho o muy poco y piden bajas laborales.
Existen refuerzos para estos soportes, que nos hacen más resistentes a lo incierto y amenazante:
Haz mindfulness o meditación. Te ayuda a mantener atención plena y un mayor espectro de conciencia, así como permanecer más tiempo en el momento presente. Favorece emociones como la paz y la tranquilidad.
Practica ayunos intermitentes. Ayudan al cuerpo a limpiar toxinas y permite un descanso al aparato digestivo. Muchas veces comemos con exceso y forzamos el organismo. Sigue el consejo de un especialista que te asesore en como hacerlos.
Haz psicoterapia o coaching. Mejoran el autoconocimiento personal, la autoestima, la inteligencia emocional y desarrollan recursos para tu crecimiento personal. Te ayudan a encontrar retos y desafíos estimulantes con los que hacer que tu vida sea mejor.
Trabaja con afirmaciones. Disciplinan la mente. Ayudan en tu diálogo interno y favorecen al automotivación y el pensamiento positivo.
Gestiona bien tu tiempo. Mejora el orden y aprovechamiento de tu tiempo, estructurando el día o planificando proyectos a medio-largo plazo. Haz listas de actividades y prioridades. Define objetivos por escrito. Aprende a trabajar con la agenda.
Entrena hábitos y disciplinas. Dan orden y estructura. Los hábitos positivos refuerzan enormemente los soportes. Desarrollar la disciplina y la voluntad fortalece el yo, y te hacen dueño de tu vida.
Escoge con esmero las relaciones personales. Hay personas que te ayudan a crecer y sacar lo mejor de ti y otras que te dejan estancado, hacen que te sientas inseguro o percibas el mundo como un problema y una amenaza. Escoge solo personas que te apoyen, te ayuden y te hagan crecer.
Trabaja la automotivación y el sentido y valor del trabajo. Haz que tu trabajo te resulte estimulante y te haga crecer, siente que es una oportunidad para dar un servicio, un producto o mejorar la vida de otras personas, y si no es así, búscate otro.
Cuida tus finanzas. El dinero es importante. La mayor parte de los proyectos que emprendas necesitarán dinero. Ocúpate de sanear tus finanzas. Controla tus gastos, liquida tus préstamos, evita el consumo irresponsable y ahorra. El dinero simboliza muchas cosas, la tranquilidad, el poder, la seguridad, el estatus social, el esfuerzo…
Ríe. La risa es medicina para la mente y el cuerpo. Cuando ríes se liberan tensiones. La risa hace que todo sea más fácil. Acorta y facilita las relaciones personales. Favorece la creatividad. Ayuda a que te sientas bien.
Contempla la belleza. La belleza está en todas partes. Puedes entrenarte para descubrirla, esta en la naturaleza, en una flor o un paisaje, las nubes, una puesta de sol, esta en una obra de arte, una pintura o una novela, en las personas, en la sonrisa, la mirada o la forma de caminar.
Hay muchos otros refuerzos de los soportes, tener una mascota, viajar, leer, cuidar los pequeños detalles del día a día, aprender a relativizar y desdramatizar, tener curiosidad por aprender habilidades nuevas… Estas son algunas sugerencias, te recomiendo que encuentres las que mejor te vayan.
ESCÚCHALO AQUÍ:
«Ten fe en lo que existe dentro de ti»
André Gide
Sorry, the comment form is closed at this time.