
30 May PRIORIDADES
Al final todo lo harás en función de tus prioridades.
Consciente o inconscientemente utilizas una serie de filtros a través de los cuales organizas y ordenas y tu realidad, la valoras, tomas decisiones y haces o no haces cosas.
Esos filtros son tus prioridades.
Tus prioridades determinan la gestión de tu tiempo y el uso de la agenda, el cuidado de tu alimentación o las visitas al médico, el trabajo que haces, la dedicación al mismo y los resultados que logras, tus amistades, la relación con tu familia o la satisfacción con tu pareja. Y también influyen en tu economía, el lugar en el que vives o tu felicidad. Tus prioridades están en la raíz de tus paradigmas y son la parte práctica con la que gestionas tu realidad.
Es interesante reflexionar sobre el orden de importancia de tus actividades, personas o creencias y ser consciente de cuáles son. Pregúntate ¿Qué es lo más importante para ti? ¿Y lo segundo más importante? ¿Por qué? Y así hasta identificar unos diez niveles.
Son muchas las cuestiones que pueden terminar convirtiéndose en tu prioridad. Es habitual que la salud sea una de ellas, para muchas personas la salud se convierte en lo más importante de su vida y no les falta razón cuando afirman que sin salud todo lo demás no cuenta. Para otras sin embargo, su máxima prioridad es la familia y concretamente los hijos, y los anteponen a su propia salud o se dejan su salud por ellos. Para algunos lo más importante es su desarrollo profesional y se desviven por el trabajo, por alimentar una carrera en la que puede quedar en el camino la pareja o la propia salud. Otros colocan en primer lugar el amor y cuando se enamorar es la brújula de sus afectos la que marca sus decisiones y su vida. Y algunos afirman que lo más importante para ellos es ser felices y tener una autoestima sana, y no les importa renunciar a determinados trabajos por muy bien pagados que estén, o son capaces de dejar la tierra donde nacieron o terminar con la pareja de siempre para ser coherentes con su propia felicidad.
Algunas prioridades son inconscientes, secretas o innombrables y tal vez por eso su influencia sea más fuerte. Por ejemplo para muchas personas su prioridad es causar una buena impresión y les importa tanto el “¿qué dirán?” que la opinión de su público imaginario determina su comportamiento cotidiano, elegir la indumentaria, el trabajo más adecuado o la pareja más acorde. El sexo y el dinero pueden ser también prioridades ocultas, y por ellas se hacen cosas que de otra forma no se harían. A veces lo que es prioritario puede ser el equipo de futbol que sigo y me apasiona, y por él puedo ir al otro lado del mundo o tener un comportamiento que en otro contexto jamás tendría.
Ayuda a entender las prioridades comparar lo pensado y dicho, con los hechos. Porque una cosa son las prioridades deseables o teóricas y otra muy diferente el uso de mi tiempo, energía o dinero.
Por ejemplo puedo decir que lo más importante para mí es mi salud, pero no cuidar mi alimentación. O jurar que mis hijos son lo más valioso y pasar tu tiempo libre más pendiente del padel que de ellos. Puedo hablar mucho sobre la felicidad y la autoestima y quejarme, criticar o alimentar mi amargura día tras día haciendo actividades o estando con personas con las que estoy mal. Por supuesto, al final, la verdadera prioridad es la que señalan los hechos no las palabras. Es frecuente decir que no hago lo que quiero por falta de tiempo o de dinero, pero sin embargo no suele ser cierto, al final será una cuestión de prioridades. Porque cuando algo de verdad es prioritario terminaré por sacar tiempo y conseguiré el dinero para hacerlo.
Te animo a que hagas el ejercicio y seas consciente. Tal vez descubras que estás en el punto de partida para hacer cambios importantes.
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