No saber perder es montar en cólera cuando pierdes, con reacciones de frustración exageradas. No saber perder es aceptar cualquier medio para el fin de ganar, renunciando a valores como la honestidad, la humildad y la integridad. No saber perder es culpabilizarte demasiado por haber cometido un error y no ser compasivo para perdonarte por tu equivocación y seguir adelante. No saber perder es no arriesgarte por miedo a fracasar, no tomar riesgos por pánico...

Por falta de valentía, temiendo equivocarte y cometer errores, permites que otros decidan por ti en aquello que te inquieta. Que sea otro quien te despida, en vez de irte de un trabajo en el que realmente lo único que tienes que perder es el sueldo. Que sea otro quien se sitúe en primer plano, se “moje” opinando y diga lo que piensa aunque no sean ideas bienvenidas. Que sea otro quien arriesgue por un...